3 Principios para disfrutar la crianza de los hijos
Por: Manuela Castellanos
Me encanta las palabras del Predicador en el libro de Eclesiastés donde dice:
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno
levantará a su compañero; pero !ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo
levante.
(Eclesiastés 4:9-10)
Creo que en la sabiduría divina Dios sabía que para poder levantar hijos en el temor de Dios se necesitarían dos personas.
Junto con mi esposo llevamos cinco años de casados. Y podemos decir que han sido años de bendición. Al inicio de nuestro matrimonio dijimos que esperaríamos unos tres años antes de tener hijos, mas los planes de Dios son mayores que los nuestros; Noah, nuestro primer hijo, llegó un mes después de nuestro primer año de casados. Un poco más rápido de lo que esperábamos.
Con la llegada de nuestros hijos, hemos aprendido a trabajar en equipo junto con mi esposo. Y pienso que esta ha sido una bendición muy grande porque la responsabilidad no ha recargado sobre solo una persona. Hoy les quiero compartir 3 principios que nos han ayudado.
1. Disciplinamos juntos
Como pareja nos pusimos de acuerdo en ciertos parámetros que juntos queríamos establecer en nuestro hogar. La disciplina no es efectiva si uno de los padres no es firme en momentos que se necesita la corrección. Nuestros hijos saben que lo que dice el papá es lo mismo que dice la mamá, y lo que diga la mamá, será respaldado por el papá. Cuando los dos padres son firmes y están de acuerdo, harán que la disciplina sea mucho más efectiva.
2. Cooperamos en diferentes maneras
Por ejemplo, Rich por lo general tiene que ir muy temprano a la iglesia para hacer prueba de sonido, y el entiende que alistar a dos niños menores de cuatro años demanda mucho trabajo. El antes de irse, me ayuda a alistar la pañalera, dejar la comida lista de Noah para ese día él estar en la iglesia. Esos pequeños detalles alivian y ayudan bastante. Por la mañana Rich se encarga de llevar a Noah al colegio (40 minutos el trayecto) y en la tarde yo lo recojo. Al hacer esto, los dos colocamos de nuestra parte, porque entendemos que es la responsabilidad de ambos. Creo que para los hijos también es importante ver que los dos padres están involucrados en las actividades de sus hijos.
3. Expresamos el amor y el afecto
La manera en que el esposo trate a la esposa hablará mucho más fuerte que mil palabras, y será el modelo que los hijos seguirán y muchas veces esa será la manera que se tratarán con sus hermanos. Es importante que en el hogar los hijos no se vuelvan el centro de atención. Que el matrimonio tenga tiempo de nutrir su relación. Espacios a solas como pareja sin los hijos. Alimentar la comunicación, y tratar de salir de la rutina diaria. Esto hará que los padres recarguen fuerzas, y será de ejemplo para los hijos. Esto fue algo que personalmente experimente a los 24 años queestuve viviendo con mis padres. Siempre me impacto del matrimonio de ellos su manera de alimentar la amistad a
diario. Se sentaban a conversar al final de las actividades del día, o en la mañana con un cafésito conversaban y compartían. Ha sido esta relación entre ellos dos lo que ha llevado hoy a cada una nosotras como hijas a anhelar tener un matrimonio como el que vimos en casa.
Donde se respire el respeto y la armonía a diario. Hoy podemos decir que lo que estamos viviendo en nuestro hogar, en su gran mayoría, es gracias a que nuestros padres se determinaron a cuidar su matrimonio y ser ejemplo con sus hechos. Por eso, estaré por siempre agradecida.
Si se puede levantar hogares en Dios. Dios es un Dios de tres generaciones. Y cuando él une a dos personas, no está pensando solo en ellos dos sino en las futuras generaciones!