¿Cómo debo hablar a mis hijos?
“La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18:21)
De los errores más grandes que podemos cometer como padres es hablar palabras incorrectas a nuestros hijos. Todo lo que existe fue creado por la Palabra de Dios, y como autoridad sobre nuestros hijos, nuestras palabras también tienen un gran poder, pues marcan su destino. Así que en este blog estaremos aprendiendo la manera correcta de hablar a nuestros hijos y las consecuencias de declarar palabras necias sobre ellos.
Para empezar hablemos de las consecuencias, las palabras incorrectas pueden tener dos efectos muy adversos:
Dejan huellas en la vida de las personas
“Sus palabras hieren como espada afilada; sus palabras matan, como flechas envenenadas.” (Salmos 63:3 TLA)
En este pasaje el Salmista habla de sus enemigos, y menciona todo lo que una palabra puede hacer, herir, matar, veneno, etc. Ahora, es común que un enemigo quiere atacarnos, pero, ¿puedes imaginarte lo que puede significar para la vida de un niño escuchar palabras hirientes de una persona, qué es su mayor referencia de amor y cuidado? Cuando estés a punto de hablar recuerda siempre que las palabras son invisibles, pero al mismo tiempo son muy difíciles de borrar.
Ponen techos espirituales
Por ser autoridad espiritual sobre tus hijos, tus palabras tienen poder sobre ellos, hay muchos ejemplos Bíblicos sobre esto, ¿recuerdas la historia de Jacob? Su nombre significa “suplantador” y ese fue el nombre que sus padres decidieron darle. Como sabrás, Jacob tuvo que luchar con esta naturaleza que por poco le cuesta la vida. Otro ejemplo muy significativo está en Pedro, su nombre Simón significa caña inestable, y esta era su naturaleza, y antes que hacer algún milagro vistoso o “sobrenatural” Jesús tomó la decisión más sencilla, pero poderosa, cambiarle el nombre a Pedro, que significa “roca”, una sola palabra tuvo el poder de transformar toda su vida.
Si declaras palabras negativas sobre tus hijos, vas a limitarlos y a poner techos que difícilmente podrán romper.
Algunos consejos
Ahora, ya que conoces estas consecuencias, queremos darte algunos consejos prácticos que creemos que te pueden ayudar.
Sé paciente y nunca hables a tus hijos enojado
Los hijos tienen una virtud extraordinaria y es que saben llegar a los límites de nuestra paciencia, de hecho, la mayoría de veces que un padre declara cosas negativas sobre sus hijos es porque muy probablemente su paciencia llegó a ese límite. Pero acá es donde debes hacer un alto en el camino, una mala palabra nunca edifica, así que proponte nunca hablar a tus hijos cuando estés enojado.
¿Qué palabras debemos hablar?
Palabras de consuelo
Palabras de bendición
Palabras que edifiquen
Promesas de la Palabra
¿Debo hacerlo aun cuando sus actitudes no sean las mejores?
Precisamente ahí es cuando más debes hacerlo, hablar palabras de bendición, edificación, consuelo o promesas no es una forma de hacernos “los de la vista gorda” con las actitudes incorrectas de nuestros hijos, sino todo lo contrario, es entender, cómo Jesús, que las palabras tienen poder y que son una herramienta para corregir el camino de tus hijos.
¡Hablamos con autoridad y fe!
“Delante de Dios, tal como está escrito: «Te he confirmado como padre de muchas naciones». Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran.” (Romanos 4:17 NVI)
Equipo Pequeños Héroes