El Nuevo mundo de la Pre-Adolescencia
La transición de un niño hacia la pre-adolescencia es una etapa de desarrollo marcada por cambios físicos, que los impactaran emocionalmente, haciéndolos más sensibles y vulnerables a las críticas y propensos a ser heridos por las palabras.
Te preguntarás, ¿cómo puedo ayudar a mi hijo a pasar esta etapa de su vida, y no marcarlo de manera negativa? La mejor respuesta la encontramos en el tesoro de la Palabra del Señor, ella es la lumbrera al camino y sabemos que te guiará en esta nueva etapa.
Como padres, la presencia constante y activa va a proporcionar el apoyo, la orientación y el amor que tu hijo necesita para navegar en este nuevo mundo. Estar presente te ayudará a ver la identidad única que tiene tu hijo, notarás que tiene gustos más definidos; también comienza a desarrollar su estilo y su preocupación por cosas que antes tal vez no parecían importar mucho.
Para ayudarte, en este blog queremos compartir contigo 2 consejos y algunos tips que te ayudarán a seguir navegando en este nuevo mundo.
Haz que se enamore de la Palabra:
"Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas". Efesios 6: 4 TLA
El Apóstol Pablo nos resalta la responsabilidad en la crianza de nuestros hijos. Este mandato aconseja a los padres que eviten comportamientos que puedan causar enojo o resentimiento en ellos. Esto incluye ser injustos, excesivamente críticos, o autoritarios sin razón. La idea es que la crianza debe ser amorosa y justa, no autoritaria y provocativa.
La disciplina no es solo corrección, sino también educación y formación del carácter, enséñales con paciencia y consistencia, guiándolos hacia comportamientos correctos y basados en la Palabra. Llévalos a entender las consecuencias de sus acciones. Durante esta etapa es importante ser intencionales en ayudarles a crear el hábito de tener un tiempo Devocional más profundo.
Anímalos con tus palabras:
"Y ustedes, los padres, no deben hacer enojar a sus hijos, para que no se desanimen." Colosenses 3:21
Si tu hijo está desanimado, puede sentirse impotente, sin valor, y sin ganas de esforzarse o mejorar. La crianza que exaspera, es aquella que incluye palabras negativas y que llevan a un estado emocional donde tu hijo pierde la confianza en sí mismo y en su capacidad para enfrentar desafíos; esto es muy peligroso.
¡Cuán importante es que como Padres levantemos a nuestros hijos!
Te compartimos algunos tips que te ayudaran a animar a tu hijo en el camino de Dios y en sus desafíos personales.
Elogia los esfuerzos y procesos, no solo los resultados.
Escúchalo activamente, dándole atención exclusiva.
Anima a tu hijo a expresar sus pensamientos y sentimientos, dale valor cuando lo haga.
Permite que tu hijo tome decisiones, así no sean las que tú tomarías (siempre y cuando no sean riesgosas para ellos).
Anímalo a explorar sus intereses y talentos.
Evita comentarios negativos.
Crea rutinas diarias que incluyan tiempo para el estudio de la Palabra.
Sé un modelo a seguir.
¡Esperamos este Blog pueda ser de gran ayuda para ti!